ESMALTES
CRUDOS DE PLOMO Y FELDESPATO
Me refiero a "Esmaltes crudos", a aquellos que están constituidos por la sola mezcla de sus materias primas crudas que van a reaccionar entre sí, formando vidrio sobre la misma pieza, en la cocción del esmalte. Este tipo de esmalte es de los más sencillos para preparar y, con algunas limitaciones, que iré explicando más adelante son apropiados para principiantes.
La principal ventaja que ofrecen es que sus materias primas se encuentran fácilmente en cualquier lugar del ramo: minio, feldespato potásico, arcilla blanca y bentonita; algunos óxidos colorantes o pigmentos que no será difícil conseguirlos. Una sencilla forma de preparar esmaltes para aquellos que comienzan en la cerámica y quieran hacer algo propio. Sobre todo en estos tiempos, en los que la industria ha tenido sus altibajos y nos ha afectado a todos.
Las formulaciones que daremos están compensadas para temperaturas de 1020-1040 C aproximadamente por ser las más habituales en nuestro medio, al modificar la relación porcentual de minio-feldespato; podemos subir o bajar estas temperaturas dentro de ciertos límites.
Estos esmaltes cuando son aplicados como un esmalte blanco brillante común y cocidos entre estas temperaturas (1020-1040 C) nos ofrecen una textura superficial satinada o semi mate (según el tiempo de cocción) y muchas veces finamente cristalizada.
El tipo o la cantidad de elementos colorantes agregados, pueden influir a veces notablemente sobre la textura o superficie de los mismos y hay que experimentar con ellos, tanto para respetar la textura original, como para lograr otras diferentes que nos interesen.
Una superficie muy brillante y a veces con chorreados, nos indica exceso de cocción, que puede ser demasiada temperatura, mucho tiempo de horneado, o lo que es peor todo a la vez; en cambio si vemos una textura demasiado mate o áspera, señalan todo lo contrario.
Un color pobre y abrillantado, es casi siempre producto de una mala aplicación. El exceso de aplicación, es decir, una capa muy gruesa puede producir burbujas o cráteres y escurrimientos. En algunos casos las burbujas pueden producirse por utilizar bizcochos pobremente cocidos y especialmente en estos casos, es preferible y recomendable quemar el bizcocho a por lo menos 20 C más que el esmalte. Si al hacerlo notamos que el bizcocho resulta con la superficie manchada u oscura y con zonas de poca absorción (vitrificadas), hay que rectificar ciertos pasos en su elaboración (hablamos de la pasta).
-No usar agua sucia, debe ser corriente y limpia.
-Secado o bizcocho muy rápido.
-La pasta carece de alúmina (caolín).
Si analizamos los detalles anteriores y, persisten los problemas, seguramente se debe a una mala formulación de las pastas empleadas.
Por lo general el barro que utilizan la mayoría de los ceramistas procede del mismo lugar más o menos y recomendaría hacer el bizcocho a 900 C. Estos esmaltes son muy sensibles a estos problemas y debemos tener cuidado. Estos resultan un poco oscuros sobre pasta roja, al tener cierta transparencia.
El minio y todos los óxidos de plomo son sumamente tóxicos, pero utilizados con precaución no ofrecen problemas. No deben ser inhalados ni ingeridos, aún en dosis mínimas pues su efecto es acumulativo. En todas las manipulaciones conviene utilizar una careta o mascarilla, sobre todo en caso de aplicarlos a pistola. En particular, trabajé estos productos mucho tiempo, al igual que mi abuelo y mi padre, y nunca he estado intoxicado gracias a conocer sus efectos y cuidarme.
La limpieza del taller y las mesas de trabajo debe hacerse en húmedo, para evitar poner en suspensión en el aire estas sustancias.
Es conveniente además señalar que estos esmaltes sólo deben ser empleados en objetos artísticos y decorativos y jamás en los interiores de vasijas utilitarias, pues siguen siendo tóxicos después de vidriadas y desprenden el plomo al contacto con alimentos ácidos.
El feldespato que utilizaremos será del tipo potásico, que es el más común en nuestro medio. La arcilla puede ser cualquiera que sea blanca, de plasticidad mediana y molida normalmente, es importante no confundir la arcilla con la pasta blanca, ya que contiene otros ingredientes, se pudiera usar la de colaje, pero prefiero usar alguna arcilla pura, si es posible sin elaborar. Si no es posible encontrarla, tampoco es problema, solo es un problema de control, las otras ofrecen similar resultado, según el gusto. Yo uso en Cuba la de Bauta (esta es una arcilla que se encuentra en la periferia de la ciudad de La Habana, la cual tiene las características de ser muy plástica y resistente), basta buscar una con similares cualidades. (Aplicable para cuando aparece esta en las formulaciones). La bentonita puede ser blanca o amarilla, pues al ser muy bajo el porcentaje empleado, no nos cambiará mucho el color final. (Yo uso la amarilla).
Para colorear el esmalte podemos añadir óxidos metálicos o pigmentos, (prefiero los óxidos), teniendo en cuenta que sean estables en estas temperaturas y compatibles con la formulación básica. Esto lo podemos averiguar experimentando. Al finalizar, daremos una tabla decolorantes y algunas fórmulas.
En casi todos los casos estos esmaltes se pueden mezclar entre sí, en cualquier proporción, ampliando notablemente la variedad de tonalidades posibles. Pueden aparecer algunos casos de incompatibilidad entre los pigmentos utilizados, produciendo tonos de poca calidad y, en casos excepcionales defectos en la textura original. Estas variaciones no son fácilmente predecibles, pero con un poco de experiencias las eliminaremos.
Como hemos dicho pueden aparecer modificaciones en la textura superficial (original) del esmalte, atribuibles a defectos o fallas de aplicación, cocción y calidad de las materias primas utilizadas, pero también se puede modificar esta textura deliberadamente, agregando elementos textura antes. Estos son apropiados para los que realizan cerámica artística con elementos metálicos.
Sugiero como agregados recomendables los óxidos de Estaño, Cinc, Titanio, Circonio, el carbonato de Calcio y Magnesio o Bario. En estos casos, la indicación principal es ir haciendo los agregados a partir de cantidades mínimas (alrededor del 1% cada vez) e ir
aumentando según los resultados. Esto no quiere decir limitarse a solo estos materiales, nada aquí es absoluto, todo depende de la creatividad, aplicada en base a las experiencias.
Fórmula base para 1020-1040 C
• Minio---------------------------40 %
• Feldespato-------------------55 %
• Arcilla blanca-------------- 4,5 %
• Bentonita---------------------0,5 %
Me refiero a "Esmaltes crudos", a aquellos que están constituidos por la sola mezcla de sus materias primas crudas que van a reaccionar entre sí, formando vidrio sobre la misma pieza, en la cocción del esmalte. Este tipo de esmalte es de los más sencillos para preparar y, con algunas limitaciones, que iré explicando más adelante son apropiados para principiantes.
La principal ventaja que ofrecen es que sus materias primas se encuentran fácilmente en cualquier lugar del ramo: minio, feldespato potásico, arcilla blanca y bentonita; algunos óxidos colorantes o pigmentos que no será difícil conseguirlos. Una sencilla forma de preparar esmaltes para aquellos que comienzan en la cerámica y quieran hacer algo propio. Sobre todo en estos tiempos, en los que la industria ha tenido sus altibajos y nos ha afectado a todos.
Las formulaciones que daremos están compensadas para temperaturas de 1020-1040 C aproximadamente por ser las más habituales en nuestro medio, al modificar la relación porcentual de minio-feldespato; podemos subir o bajar estas temperaturas dentro de ciertos límites.
Estos esmaltes cuando son aplicados como un esmalte blanco brillante común y cocidos entre estas temperaturas (1020-1040 C) nos ofrecen una textura superficial satinada o semi mate (según el tiempo de cocción) y muchas veces finamente cristalizada.
El tipo o la cantidad de elementos colorantes agregados, pueden influir a veces notablemente sobre la textura o superficie de los mismos y hay que experimentar con ellos, tanto para respetar la textura original, como para lograr otras diferentes que nos interesen.
Una superficie muy brillante y a veces con chorreados, nos indica exceso de cocción, que puede ser demasiada temperatura, mucho tiempo de horneado, o lo que es peor todo a la vez; en cambio si vemos una textura demasiado mate o áspera, señalan todo lo contrario.
Un color pobre y abrillantado, es casi siempre producto de una mala aplicación. El exceso de aplicación, es decir, una capa muy gruesa puede producir burbujas o cráteres y escurrimientos. En algunos casos las burbujas pueden producirse por utilizar bizcochos pobremente cocidos y especialmente en estos casos, es preferible y recomendable quemar el bizcocho a por lo menos 20 C más que el esmalte. Si al hacerlo notamos que el bizcocho resulta con la superficie manchada u oscura y con zonas de poca absorción (vitrificadas), hay que rectificar ciertos pasos en su elaboración (hablamos de la pasta).
-No usar agua sucia, debe ser corriente y limpia.
-Secado o bizcocho muy rápido.
-La pasta carece de alúmina (caolín).
Si analizamos los detalles anteriores y, persisten los problemas, seguramente se debe a una mala formulación de las pastas empleadas.
Por lo general el barro que utilizan la mayoría de los ceramistas procede del mismo lugar más o menos y recomendaría hacer el bizcocho a 900 C. Estos esmaltes son muy sensibles a estos problemas y debemos tener cuidado. Estos resultan un poco oscuros sobre pasta roja, al tener cierta transparencia.
El minio y todos los óxidos de plomo son sumamente tóxicos, pero utilizados con precaución no ofrecen problemas. No deben ser inhalados ni ingeridos, aún en dosis mínimas pues su efecto es acumulativo. En todas las manipulaciones conviene utilizar una careta o mascarilla, sobre todo en caso de aplicarlos a pistola. En particular, trabajé estos productos mucho tiempo, al igual que mi abuelo y mi padre, y nunca he estado intoxicado gracias a conocer sus efectos y cuidarme.
La limpieza del taller y las mesas de trabajo debe hacerse en húmedo, para evitar poner en suspensión en el aire estas sustancias.
Es conveniente además señalar que estos esmaltes sólo deben ser empleados en objetos artísticos y decorativos y jamás en los interiores de vasijas utilitarias, pues siguen siendo tóxicos después de vidriadas y desprenden el plomo al contacto con alimentos ácidos.
El feldespato que utilizaremos será del tipo potásico, que es el más común en nuestro medio. La arcilla puede ser cualquiera que sea blanca, de plasticidad mediana y molida normalmente, es importante no confundir la arcilla con la pasta blanca, ya que contiene otros ingredientes, se pudiera usar la de colaje, pero prefiero usar alguna arcilla pura, si es posible sin elaborar. Si no es posible encontrarla, tampoco es problema, solo es un problema de control, las otras ofrecen similar resultado, según el gusto. Yo uso en Cuba la de Bauta (esta es una arcilla que se encuentra en la periferia de la ciudad de La Habana, la cual tiene las características de ser muy plástica y resistente), basta buscar una con similares cualidades. (Aplicable para cuando aparece esta en las formulaciones). La bentonita puede ser blanca o amarilla, pues al ser muy bajo el porcentaje empleado, no nos cambiará mucho el color final. (Yo uso la amarilla).
Para colorear el esmalte podemos añadir óxidos metálicos o pigmentos, (prefiero los óxidos), teniendo en cuenta que sean estables en estas temperaturas y compatibles con la formulación básica. Esto lo podemos averiguar experimentando. Al finalizar, daremos una tabla decolorantes y algunas fórmulas.
En casi todos los casos estos esmaltes se pueden mezclar entre sí, en cualquier proporción, ampliando notablemente la variedad de tonalidades posibles. Pueden aparecer algunos casos de incompatibilidad entre los pigmentos utilizados, produciendo tonos de poca calidad y, en casos excepcionales defectos en la textura original. Estas variaciones no son fácilmente predecibles, pero con un poco de experiencias las eliminaremos.
Como hemos dicho pueden aparecer modificaciones en la textura superficial (original) del esmalte, atribuibles a defectos o fallas de aplicación, cocción y calidad de las materias primas utilizadas, pero también se puede modificar esta textura deliberadamente, agregando elementos textura antes. Estos son apropiados para los que realizan cerámica artística con elementos metálicos.
Sugiero como agregados recomendables los óxidos de Estaño, Cinc, Titanio, Circonio, el carbonato de Calcio y Magnesio o Bario. En estos casos, la indicación principal es ir haciendo los agregados a partir de cantidades mínimas (alrededor del 1% cada vez) e ir
aumentando según los resultados. Esto no quiere decir limitarse a solo estos materiales, nada aquí es absoluto, todo depende de la creatividad, aplicada en base a las experiencias.
Fórmula base para 1020-1040 C
• Minio---------------------------40 %
• Feldespato-------------------55 %
• Arcilla blanca-------------- 4,5 %
• Bentonita---------------------0,5 %
Es
conveniente preparar esta base y probarla en las condiciones de
aplicación y temperaturas indicadas anteriormente. Luego de
realizada esta prueba y de acuerdo a los resultados obtenidos,
podemos hacer algún ajuste para modificar la textura de acuerdo a
nuestra preferencia (satinada o mate). Esto lo podremos lograr
variando la relación porcentual de minio-feldespato; por ejemplo:
para lograr más mate aumentaremos el feldespato, y para lograr más
satinada o aumentaremos el minio., La capa no debe ser demasiado
gruesa, ya que de ser así, produce superficies con retiramientos
múltiples (tal vez puedan ser aprovechados como elementos
decorativos, dependiendo del grado de gravedad).
Los óxidos de manganeso y cobalto tienen la propiedad de desprender algunas cantidades de oxígeno al ser calentados a más de 900 C y pueden producir burbujas o cráteres en la superficie, especialmente en los porcentajes mayores. Recomendable calcinar los previamente entre 950 y 1000 C o sustituirlos por pigmentos que los contengan (preferiblemente silicatos). A continuación, una pequeña tabla de los óxidos más usados y los colores que nos pueden brindar:
Óxidos Color %
Oxido de cromo------------------------- Amarillos, verdes-----------------------0,2 a 3 %
Oxido de cobre (negro) ----------------- Verdes metalizados------------------ 0,5 a 10 %
Óxido de hierro (rojo) -------------------- Amarillos, marrones, ocres--------- 1 a 10 %
Oxido de manganeso-------------------- Rosas, jaspeados, marrones --------- 0,2 a 10 %
Oxido de cobalto-------------------- Celestes-azules, jaspeados ----------- 0,2 a 3 %
Antimoniato de plomo-------------------- Amarillos---------------------1 a 5 %
Los óxidos de manganeso y cobalto tienen la propiedad de desprender algunas cantidades de oxígeno al ser calentados a más de 900 C y pueden producir burbujas o cráteres en la superficie, especialmente en los porcentajes mayores. Recomendable calcinar los previamente entre 950 y 1000 C o sustituirlos por pigmentos que los contengan (preferiblemente silicatos). A continuación, una pequeña tabla de los óxidos más usados y los colores que nos pueden brindar:
Óxidos Color %
Oxido de cromo------------------------- Amarillos, verdes-----------------------0,2 a 3 %
Oxido de cobre (negro) ----------------- Verdes metalizados------------------ 0,5 a 10 %
Óxido de hierro (rojo) -------------------- Amarillos, marrones, ocres--------- 1 a 10 %
Oxido de manganeso-------------------- Rosas, jaspeados, marrones --------- 0,2 a 10 %
Oxido de cobalto-------------------- Celestes-azules, jaspeados ----------- 0,2 a 3 %
Antimoniato de plomo-------------------- Amarillos---------------------1 a 5 %
Algunas de las fórmulas con las que he experimentado y
que son unas pocas dentro de la gran variedad posible, la idea es que
sirvan de guía y punto de partida, en vista de la escasez de
materiales a las que se enfrentan nuestros ceramistas y la facultad
(relativa) que nos permite elaborar estos esmaltes.
Marrón Jaspeado Semi-mate:
• Minio 40%
• Feldespato 50%
• Arcilla Bauta 4,5%
• Óxido de hierro (calcinado) 5%
Marrón Metalizado Semi-mate:
• Minio 42%
• Feldespato 50%
• Arcilla Bauta 4,5%
• Bentonita 0,5%
• Óxido de hierro (calcinado) 2%
Verdoso Metalizado Semi-mate:
• Minio 42%
• Feldespato 53%
• Arcilla Bauta 4,5%
• Bentonita 0,5%
• Oxido de cobre (negro) 8%
Marrón Jaspeado Semi-mate:
• Minio 40%
• Feldespato 50%
• Arcilla Bauta 4,5%
• Óxido de hierro (calcinado) 5%
Marrón Metalizado Semi-mate:
• Minio 42%
• Feldespato 50%
• Arcilla Bauta 4,5%
• Bentonita 0,5%
• Óxido de hierro (calcinado) 2%
Verdoso Metalizado Semi-mate:
• Minio 42%
• Feldespato 53%
• Arcilla Bauta 4,5%
• Bentonita 0,5%
• Oxido de cobre (negro) 8%
Nota:
El óxido de cobre negro o cúprico (yo prefiero el monóxido
cuproso, de color rojo) debe pasar al menos por una malla 200, y la
arcilla Bauta puede ser sustituida por alguna otra que posea las
mismas características (arcilla de plasticidad media). También el
óxido de hierro puede utilizarse sin calcinar, pero calcinado se
jaspea mejor. Si se pudiera conseguir ilmenita, los jaspeados quedan
espectaculares.
Negro Metalizado Semi mate:
• Minio 42%
• Feldespato 53%
• Arcilla Bauta 4,5%
• Bentonita 0,5%
• Óxido de hierro (calcinado) 10%
• Óxido de cobre (negro) 5%
Azul Cobalto semi mate:
• Minio 41%
• Feldespato 54%
• Arcilla Bauta 4,5%
• Bentonita 0,5%
• Carbonato de cobalto 4%
Amarillo Semi mate:
• Minio 40%
• Feldespato 55%
• Arcilla Bauta 4,5%
• Bentonita 0,5%
• Antimoniato de plomo 4%
Nota: Si no se consigue el Antimoniato de plomo se puede sustituir por el pigmento conocido por todos como "Amarillo de Nápoles", aumentando al 6%.
Negro Metalizado Semi mate:
• Minio 42%
• Feldespato 53%
• Arcilla Bauta 4,5%
• Bentonita 0,5%
• Óxido de hierro (calcinado) 10%
• Óxido de cobre (negro) 5%
Azul Cobalto semi mate:
• Minio 41%
• Feldespato 54%
• Arcilla Bauta 4,5%
• Bentonita 0,5%
• Carbonato de cobalto 4%
Amarillo Semi mate:
• Minio 40%
• Feldespato 55%
• Arcilla Bauta 4,5%
• Bentonita 0,5%
• Antimoniato de plomo 4%
Nota: Si no se consigue el Antimoniato de plomo se puede sustituir por el pigmento conocido por todos como "Amarillo de Nápoles", aumentando al 6%.
La proporción relativa de minio-feldespato varía en cada formulación para regular la textura y en función de los colorantes agregados. A veces nos vemos obligados a modificarla, dependiendo de la calidad de los materiales utilizados. Se recomienda en todos los casos, un ensayo previo para ajustar la calidad final. Si se quiere mucho más satinada se agrega carbonato de magnesio a la fórmula base. En mi caso, he realizado gran variedad de combinaciones, obteniendo diferentes efectos y tonos.
Espero que les guste cuando vean los resultados, prueban y después me comentan.
Aquí le pongo una imagen de como quedan estos esmaltes, ricos en textura.
Detalle
Esta es otra de las piezas obtenidas con este tipo de esmaltes (ver texturas).
Esta es otra de las piezas obtenidas con este tipo de esmaltes (ver texturas).